La decoración con fotomurales nunca ha dejado de ser tendencia. Si bien ha pasado por picos de popularidad, siempre se ha mantenido vigente en la decoración. Este año, entró pisando fuerte y vuelve por todo lo alto. La opción a la teletransportación resurge de sus cenizas y se mete en el bolsillo cada estancia de hogares privados y públicos. Ver desde el salón, por ejemplo, el paraje natural de la Casa de la Cascada del arquitecto Frank Lloyd Wright, es ahora posible sin ni siquiera visitar la Reserva natural Bear Run, en Pensilvania.
La decoración con fotomurales siempre ha estado orientada a vivir, en sentido figurado, en las ciudades que más nos han impactado o aquellas con las que hemos soñado. Estampas gigantes del centro de París, el interior del Museo Guggenheim de Nueva York, una vista aérea del centro financiero de Londres, un paraje como el de las islas Seychelles y un sinfín de ejemplos de fotografías gigantes que dejan atónito a cualquiera, han circulado por interiores de todo el mundo.
En la actualidad, la técnica va más allá y se utilizan estampados cinematográficos, musicales y de ciencia ficción para decorar salas virtuales, estudios de grabación, teatros y salas de interpretación. De hecho, lugares públicos como centros comerciales, hoteles y restaurantes de lujo recurren a ellos para darle un toque vintage, actual o radical a sus estancias.
Las salas de meditación, yoga, pilates y otras disciplinas, también hacen uso de la decoración con fotomurales para teletransportar al personal a las zonas más relajantes del Tibet.
Meditar en la cordillera del Himalaya, hacer yoga en el Gran Cañón del Colorado o practicar pilates en la Acrópolis de Atenas, es más normal de lo que parece.
No hay reglas, ni colores, ni formas, ni estampados, ni siquiera edad. Las habitaciones de los niños y sus salas de juegos pueden convertirse en un universo aparte o en un salón educativo, a través de esta forma de decorar. Es la ventaja de una técnica que poco tiene que ver con el papel pintado y que se rige por la libertad en su elección.
El claro ejemplo viene de la mano de National Geographic, quien diseñó su propio fotomural. Un mapamundi de tres metros de largo, a una escala 1:14:287.000, que incluía el más mínimo detalle y que no pasó desapercibido para nadie. Su impacto social fue tal que, desde entonces, interioristas, decoradores y paisajistas lo incluyen asiduamente en sus proyectos públicos y privados. Para que puedas empezar a usar la decoración con fotomurales y des rienda suelta a tu imaginación entra aquí a nuestra venta de fotomurales, encontrarás estos y muchos más!





