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«Las puertas de la felicidad son como abanicos que abren, ocultan y cierran…»
Abanico, su Origen:
De dónde provienen los abanicos está muy cuestionado. Sabemos que lo utilizaban los egipcios y los griegos, por toda la documentación e imágenes que teníamos de ellos; solían aparecer como artefactos fijos y de gran tamaño que incluso llegaban a representar el poder. En China, también su uso es milenario, remonta al año 2695 A.C. Y hay constancia que los aztecas también los llegaron a usar con plumas. En el siglo XIV lo utilizaban en occidente, en las misas y luego la aristocracia en las mujeres de la alta sociedad. En España había incluso un lenguaje de abanico, cuando las mujeres eran acompañadas por sus madres y doncellas a los bailes y querían decirle algo a su «enamorado»: Si era colocado en la oreja izquierda significaba que no tenia ninguna oportunidad, en la boca: dame un beso, abanicarse despacio: estoy casada, y así sin fin de maneras de decirle a su chico que tenía luz verde o que jamás se acercara (supongo que en esos tiempos el flirteo o lo de hacerse la difícil con un abanico era complicado jejeje)
«La buena ama de casa compra los abanicos en invierno, y los paraguas en verano».
Su Uso:
En la actualidad los abanicos de mano, son muy utilizados en diferentes partes del mundo no sólo para usarlo en un día caluroso, sino como objeto de colección, tarjetas de invitación, souvenirs y muchas cosas más. Existen infinidad de modelos hechos con diferentes elementos: madera, plástico, tela, metal, plumas, papel y de lo que se nos ocurra.
En Panamá:
Vivimos en Panamá, con nuestro rico y caluroso verano (temporada no lluviosa), o con nuestro rico y caluroso invierno (temporada lluviosa). Creo que es hora de incorporarlo a nuestro uso diario, porque es muy práctico de llevar y muy útil. Además lo hay en diferentes tamaños y modelos para cualquier gusto. En nuestra web los tenenemos disponibles en nuestra sección de regalos, pulsa aquí si los quieres ver.